Ciberseguridad: Plantel se prepara ante el desafío de proteger conocimiento y datos

Fecha: 
Miércoles, Julio 9, 2025
Las universidades, epicentros de investigación y formación, se enfrentan a un escenario de ciberamenazas cada vez más complejo. Proteger la integridad de la información académica, la investigación y los datos de la comunidad universitaria se vuelve crucial frente a ataques dirigidos y la constante evolución de la tecnología.

En la era digital, las universidades no solo son centros de excelencia académica y científica, sino también repositorios masivos de datos sensibles y conocimiento invaluable. Desde registros de estudiantes y docentes, hasta propiedad intelectual derivada de investigaciones de vanguardia, su ecosistema digital es un objetivo atractivo para actores maliciosos.

En este contexto, la Universidad de Santiago de Chile se está preparando para los desafíos que impone el avance permanente de las tecnologías, contemplando desde modificaciones en su orgánica con la creación de la Dirección Estratégica Informática (DEI) hasta el último hito del pasado 4 julio, en que el rector Rodrigo Vidal Rojas firmó la “Política General de Seguridad de la Información”.

“No cabe duda de que estamos viviendo una transición digital acelerada, convirtiendo a la ciberseguridad y a la protección de datos personales en una prioridad tanto para las personas como para las organizaciones. Los ciberataques representan amenazas constantes que requieren medidas preventivas y estrategias de defensa efectivas”, señaló la máxima autoridad.

Uno de los principales retos para una universidad es la diversidad y volumen de la información que maneja. Esto incluye datos personales de miles de estudiantes, académicos y funcionarios, resultados de investigaciones que pueden tener un alto valor comercial o estratégico, y sistemas administrativos críticos. La protección de esta vasta y heterogénea masa de datos requiere soluciones sofisticadas de cifrado, gestión de identidades y accesos, y copias de seguridad.

Contexto nacional

La Ley Marco de Ciberseguridad (21.663) y la Ley de Protección de Datos Personales (21.719) entran en vigencia en Chile el 1 de diciembre de 2026, y representan avances fundamentales para garantizar derechos ciudadanos, resguardar la democracia y proteger los sistemas críticos del país.

En este sentido, para Andrés Pumarino, abogado y académico chileno, especialista en tecnología, con énfasis en ciberseguridad y protección de datos, es urgente que todas las instituciones comiencen a tomar las medidas necesarias para generar estrategias robustas que puedan hacer frente a los desafíos en ciberseguridad que se intensifican día a día.

En su conferencia denominada “Desafíos institucionales ante las leyes marco de ciberseguridad y protección de datos”, organizada por la DEI, el experto abordó los principales cambios legislativos que enfrentará Chile en esta materia, y destacó que es necesario concientizar a toda la comunidad promoviendo buenas prácticas en el reconocimiento de amenazas y manejo seguro de la información.

Dentro de las claves para enfrentar estos nuevos retos, Pumarino aseguró que las organizaciones deberán generar políticas pertinentes, asignar nuevos roles y responsables de la protección de datos, trabajar con estándares internacionales y automatizar procesos, entre otras acciones. Al mismo tiempo, indicó que la capacitación en la materia y la gestión integral de los datos, serán primordiales en este nuevo escenario.

Frente al aporte que todas y todos quienes integran la comunidad universitaria pueden realizar, el rector Vidal invitó a “marcar la diferencia respecto de lo que ocurre hoy en nuestra sociedad local y global. Las tecnologías digitales son una herramienta extraordinaria para apoyar el desarrollo humano y contribuir a satisfacer múltiples necesidades de las personas. Democratizan, acercan, relacionan, permiten circular información valiosa, permite aprender y conocer, entre muchas otras cualidades. Pero en manos equivocadas y mal intencionadas pueden transformarse en armas para hacer daño, como lo vemos hoy con lo que ocurre, por ejemplo, con el mal uso anónimo de las redes sociales o con la delincuencia digital. Marquemos la diferencia”.